Lo que no se ve

Jesús Montiel (1984) nos ofrece un magnifico libro poético en prosa. Sin ser un libro de infancia, es el libro de un hombre que aun conserva la mirada de niño. Un hombre que ha hecho de la contemplación un medio para volver a lo que importa, a lo sagrado, y al amor, al fin y al cabo. Hay libros, -como el presente: "Lo que no se ve"- que dicen mucho con pocas palabras. Su poética es en su caso explícitamente cristiana, pero, de todos modos, universal, poderosa, reconfortante. Lo que leemos aquí es un homenaje a sus abuelos, especialmente a ella y a su dedicación y entrega con las que cuidaba los detalles como hacer la cama de sus nietos. Todo ello se convierte en el punto de partida, el estribillo, el desenlace de lo que tiene que decir Montiel. El poeta defiende la contemplación frente a los excesos de la vida moderna, líquida y precaria, rendida al culto del cuerpo y sometida al liberalismo salvaje. La obra está adornada por bellas digresiones. "C...