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Mostrando entradas de julio, 2020

El tesoro de los Padres

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José Antonio Loarte reunió en este volumen una selecta antología de textos patrísticos de gran utilidad para la lectura espiritual y la meditación. La cuidada edición de Rialp trae índices muy útiles, tanto por autores como por temas. En definitiva una obra interesante para tener a mano, consultar y releer. Como botón de muestra reproducimos este texto sobre “Santidad, fe y obras” de san Clemente Romano: Acerquémonos al Señor en santidad de alma, con las manos puras y limpias levantadas hacia Él, amando al que es nuestro Padre clemente y misericordioso, que nos escogió como porción de su heredad. Porque así está escrito: cuando el Altísimo dividió las naciones, y dispersó a los hijos de Adán, delimitó las gentes según el número de los ángeles de Dios: mas la porción del Señor es el pueblo de Jacob; la porción de su herencia, Israel ( Dt 32, 8-9). Y en otro lugar, la Escritura dice: he aquí que el Señor toma para sí un pueblo de entre los pueblos, como recoge un hombre las primici

Orar ¿dónde? ¿cómo? ¿cuándo? ¿por qué?

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Pensaba yo que, a estas alturas y con tanto escrito, difícilmente me iba a sorprender un libro sobre la oración, cuando me encontré con Alessandro Pronzato . Realmente es un autor profundo y original, tan sorprendente como sinceramente piadoso. Sus reflexiones llegan al corazón y a la cabeza del creyente. Todo un descubrimiento. Luego he descubierto sus comentarios al año litúrgico, no menos sugerentes. “Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos…” (Lc 11, 1). La petición de los discípulos brota de un hecho concreto que enciende en ellos una exigencia totalmente “nueva”. El hecho está ante sus ojos: su Maestro que reza, “…un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando acabó, uno de sus discípulos le dijo…” Los que le siguen tienen la experiencia de un Jesús que ora, y caen en la cuenta de que su oración hasta entonces se revela inadecuada para expresar la situación nueva en que se encuentran. En la oración se conoce nuestra pobreza. En la oración es pobre