Diario de un sedutor

 


En “Diario de un seductor” Sören Kierkegaard (1813-1855) nos ofrece una de sus más populares obras, donde socapa de describir técnicas de

manipulación, nos ofrece un sutil tratado de piscología. Fruto de su tormentosa relación con

Regine Olsen y de sus meditaciones sobre el amor. 

 

Pequeño tributo a la figura del seductor de la novela decimonónica, la obra narra la relación entre

Juan, "el seductor" -ducho en las artes del engaño y la manipulación-, y la joven e ingenua Cordelia.

Sin embargo, más allá de la trama literaria no es sino un bello recurso que el filósofo danés utiliza para

reflexionar sobre el "hombre estético", a saber: el hombre que atrapado por la fuerza de la inmediatez

y el goce sensual vaga por la vida víctima de sus instintos y sin poder ver en lo que le rodea nada más

que un medio para satisfacer sus apetencias. 

 

El libro se centra sobre una disección y reflexión sobre el amor, y esto mismo es lo que lo hace

tan interesante a esta novela en la que apenas hay diálogo. Es un libro que pese a estar escrito

y basado en el siglo XIX puede enseñarnos  bastantes, cosas sobre el amor; ya que tantísimo no ha variado.

Si acaso se ha hecho aún más estético y superficial ahora de lo que antes era. 

 

Las enseñanzas que se desprenden de este libro son inconmensurables; si uno analiza cómo realiza,

se comporta y actúa Juan, uno se da cuenta de ciertos rasgos, como la naturalidad, la paciencia y

la sangre fría son los que permiten a Juan no dejarse llevar por miedos, sentimientos traicioneros

y otras cosas que podrían sabotearlo todo. Aquí ya hay una interesante enseñanza.

El libro me parece una delicia por todo esto y otras cosas más. 

 

No solo entretiene y te enreda en sus palabras y en sus juegos, sino que además te hace cuestionarte

y te hace aprender. Para mí, todo libro que enseña sin didacticismo, es sobresaliente.

Y este lo es sin lugar a dudas. El  nombre tan sugerente (Diario de un seductor), pero no decepciona

en absoluto, incluso deja con ganas de más. La lástima es que Kierkegaard no haya escrito otro libro

con un tema y unas reflexiones similares que bien podrían ser una continuación de este

“Diario de un seductor”. 

Uno aprende, reflexiona, observa y disfruta; lo tiene todo. Este libro, si es necesaria una calificación,

es de notable alto por todos estos aspectos. Tenía dudas sobre Kierkegaard, ya solo el nombre de

"existencialismo cristiano" puede echar a algunos un poco para atrás, pero eso solo es una ilusión,

una apariencia. Si se la da una oportunidad a este filósofo danés, no creo que decepcione. 


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