Nada es verdad


 

La novela de autoficción "Nada es verdad", de la escritora Veronica Raimo, obtuvo el Premio Strega Giovanni 2022. En la contraportada se presentan sus personajes principales: Veronica, que es la narradora y la principal protagonista, "pasa su infancia y adolescencia en un barrio de Roma junto a su excéntrica familia: una madre omnipresente que vive permanentemente angustiada, un padre lleno de estrafalarias obsesiones y un hermano mayor, casi perfecto, que es el centro de toda la atención".

Veronica, pasados ya los años, va recordando algunos momentos especiales de su infancia, adolescencia y vida adulta, con un tono desinhibido, locuaz, franco; así, recuerda que, de pequeña, padecía estreñimiento, insomnio, que utilizaba un lenguaje muy vulgar, que no sabía ser educada en su comportamiento... Recuerda después, que la vida era muy aburrida, y que buscaba constantemente la forma de huir de casa, tener aventuras, vivir en casa de amigos, escribir libros, etc… Su hermano mayor le asesoraba en cuestiones sentimentales.

Aunque, al principio de la narración hay cierta comicidad, poco a poco, la escritora va trivializando temas ya más importantes. Al comienzo, las tonterías que dice son las ocurrencias propias de una niña, pero, más adelante, aborda asuntos de más peso. La sexualidad estará bastante presente y hablará, con toda naturalidad y detalle, de la oportunidad de un aborto, del uso de anticonceptivos, de experiencias eróticas... Nada tiene tanta importancia, nada es verdad. 

Está bien escrita, y Raimo sabe compaginar adecuadamente sus recuerdos, pero, quizás, le pueda faltar el darse cuenta, de que no todo en la vida puede tomarse tan a broma. Abundan los apuntes eróticos, breves en la mayoría; y, a ratos, utiliza también un lenguaje soez y basto. En definitiva, desea hacer sonreír, a costa de relativizar demasiado algunos aspectos importantes de la vida.

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