La Alegría de la Resurrección




Olivier Clément (1921 - 2009) fue uno de los grandes pensadores ortodoxos de la segunda mitad del siglo XX. Nacido en París fue bautizado en una parroquia parisina de la Iglesia Ortodoxa Rusa a los 30 años. Sus escritos rezuman por cada línea los dramas del hombre contemporáneo, su búsqueda de sentido, sus dificultades para encontrarlo y sus anhelos de construir un mundo en paz. Esta es, sin duda, una de las razones por las que su obra ha gozado de una muy buena acogida en el mundo católico. El presente volumen recoge, a modo de testamento espiritual, sus últimos escritos.


Según el autor, la Nueva Ley de Jesucristo denuncia “la tentación de buscarse enemigos para proyectar sobre ellos el desasosiego, y rompe así el lazo entre la violencia y lo sagrado. Uno puede «amar a sus enemigos» cuando en su interior el desasosiego se convierte en confianza, y la muerte, en resurrección. De ese modo rompe la cadena ineludible de la violencia: «Los que empuñan la espada perecerán a espada».”


Para Clément el hombre que se abre a la gracia entra en una lógica de sobreabundancia: “«Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden», reza la oración que enseñó Jesús. En realidad el texto dice: «Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores». Lo debemos todo a Dios, que do y per-dona, es decir, vuelve a dar. Los demás no nos deben nada: si nos tienen en consideración, ¡es también una gracia! Al igual que Dios, el hombre, imagen de Dios, secreto y amor”.


También resalta la importancia de la Pascua hoy: “Nuestra civilización, rica en conocimientos y en poder, ya no ofrece respuestas al enigma de la muerte. Querríamos olvidar la muerte. Pero vuelve a nosotros incesantemente en el odio, la opresión, la separación, la enfermedad y el fallecimiento de nuestros seres queridos. Por eso el mensaje de la Pascua resuena hoy con una fuerza renovada. Dios se encarna, sufre, muere y desciende al infierno para aniquilar la muerte y el infierno y hacer de nosotros vivientes”.


En definitiva, se trata de un libro muy sugerente para profundizar en el Misterio Pascual desde una teología verdaderamente iluminadora.


 




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