Padre nuestro

Alessandro Deho es sacerdote desde el año 2006. La Palabra de Dios que lee y comparte como enamorado es su compañera de viaje. actualmente vive en lunigiana (italia), allí ora, camina, escucha, celebra y escribe. Este es su sexto libro.

“Padre nuestro” es un libro breve pero poderoso, tanto por su expresión poética como por su hondura. La oración del “padrenuestro” para Deho no es sólo de petición, porque cuando sale del corazón se convierte en clamor, dudas, lágrimas, fe. Sus palabras dan voz a los grandes interrogantes de la vida, sobre la muerte, sobre el amor, sobre la entrega, sobre la cruz, sobre nosotros, sobre Dios.

El autor utiliza un recurso muy útil en la oración mental: ponerse en la piel de distintos personajes del Evangelio. María Magdalena, los discípulos, la Madre de Jesús, José de Arimatea, Pedro, son algunas de las voces que hacen suyas las palabras de la oración que Cristo nos enseñó.

Un buen ejemplo son estas palabras de un soldado que contempla la Cruz:  “Los lobos han pasado ya por aquí, han disfrutado del espectáculo, se han alimentado de la carne caliente, la han arrancado a bocados, han reído. Mantienen el mundo en orden. Saben perfectamente que la muerte excita, saben que se necesita una víctima que todos vean, una víctima adecuada, para seguir ejerciendo su dominio. Conocen el corazón humano mejor que nadie. Los lobos escogen a su presa, la atacan, se justifican, desaparecen. Sus guaridas están en el bosque de piedra que es Jerusalén. En manadas se perfuman con incienso, se sienten inmunes a la muerte. La víctima de aquel día se llama Jesús.

Después de cada crucifixión solo queda el silencio. Y el hedor de la carne muerta. Y el graznido de las rapaces. Y nosotros, los soldados, porque alguien tiene que hacer el trabajo sucio”.