Pensamientos en soledad

 


Thomas Merton (1915-1968) fue un monje trapense, teólogo, escritor, místico, activista y especialista en religión comparada estadounidense. En 1949 fue ordenado sacerdote, recibiendo el nombre de «Padre Louis»


Thomas Merton escribió este libro lleno de reflexiones profundas y emotivas en una pequeña caseta

de herramientas en la Abadía de Getsemaní, que más tarde se convirtió en la ermita donde pasó los

últimos años de su vida. El libro contiene reflexiones profundas y emotivas sobre cuestiones recurrentes

en la obra de Merton, promoviendo el diálogo y la contemplación como vías para la paz personal y mundial.

Este libro fue escrito después de su famosa obra “La montaña de los siete círculos” Nos ofrece aquí sabios consejos para adentrarse en la vida contemplativa:

“Si se quiere tener una vida espiritual hay que unificar la vida. Una vida es toda ella espiritual o no es

nada espiritual. Nadie puede servir a dos señores. La vida está conformada por el fin para el que se vive.

Estamos hechos a imagen de aquello que deseamos. Si buscas unificar tu vida, unifica tus deseos.

Para espiritualizar tu vida, espiritualiza tus deseos. Para espiritualizar los deseos, hay que dominar los

deseos. Vivir en el espíritu es vivir para un Dios en quien creemos, pero a quien no podemos ver.

Desearlo es, pues, renunciar al deseo de todo lo que se puede ver.”

“Poseer a aquel que no puede ser entendido es renunciar a todo aquello que puede ser entendido.

Para descansar en aquel que está más allá de todo descanso creado, renunciamos al deseo de

descansar en las cosas creadas. Al renunciar al mundo, conquistamos el mundo, nos elevamos

por encima de su multiplicidad y lo recapitulamos en la simplicidad de un amor que halla todas las

cosas en Dios.”



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