Los sacramentos y la belleza de Dios


Magnífico libro sobre la belleza de los sacramentos. Este libro recoge las primeras cartas pastorales que el conocido teólogo Bruno Forte ha dirigido a su diócesis desde su nombramiento como arzobispo. Escritas del modo más sencillo y comunicativo posible, las cartas están dedicadas a los sacramentos de la Iglesia como lugares de encuentro con Dios y su belleza salvadora, y a Jesucristo, sacramento originario, Palabra de Dios hecha carne. 


Publicadas originalmente en pequeños volúmenes aislados y muchas de ellas traducidas a varios idiomas, las cartas han sido recogidas en un único libro para facilitar la meditación y ayudar a quien las lea a ser cada vez más consciente de los dones ofrecidos en las fuentes de la gracia que son los sacramentos.


Cada capítulo termina con una oración dedicada a ese sacramento. Copiamos la que se refiere al matrimonio: 

“Te damos gracias, Padre, por todos los esposos, a los que has llamado a amarse en ti, señal recíproca de tu ternura y de tu fidelidad. Su amor, muchas veces difícil y exigente, es reflejo del diálogo y de la donación sin fin que te une a ti al Hijo Amado en el Espíritu del Amor eterno. Gracias por lo que tú les has dado, gracias por cuantos les van amado, gracias por todos a los que ellos van amado, gracias por aquellos a los cuales a través de su amor has dado o darás la vida, gracias porque los has entregado el uno al otro y, juntos, a ti”. 

“Ayúdalos a vivir su amor como Cristo ha amado a la Iglesia, con la entrega de Sí mismo basta el final. Hazlos capaces de una continua y siempre nueva entrega mutua. Haz que sean siempre uno, y que contagien a cuantos encuentren el amor que viene de ti. que es respeto, atención, cuidado y justicia para todas las personas. Bendice su amor, mantenlo vivo con la frescura de una fidelidad siempre nueva, hazlo radiante y active en el seno de tu pueblo y guarda en la alegría su mutua entrega, a fin de que sea señal para todos de la vocación al amor que has puesto en el corazón de cada uno, como imagen fiel tuya. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor”.


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