La segunda conversión. En el camino de Emaús

 


Damián Fernández Pedemonte es profesor de la Universidad Austral (Argentina) y nos ofrece en este libro una serie de reflexiones acerca de el pasaje evangélico de “los discípulos de Emaús” (Lc 24, 13 ss.), pasaje que contiene una enseñanza especial para quienes ya llevan un tiempo siguiendo a Cristo. Con frecuencia, en esa circunstancia, el camino cristiano se presenta más arduo. Puede sobrevenir el cansancio, la tristeza, el desaliento, también en quienes se entregaron a Jesús y a sus hermanos.


“Me gustaría -dice el autor- que este libro llegara a manos de sacerdotes y personas dedicadas a actividades apostólicas de la Iglesia. También a esposos que quisieran formar una familia cristiana. A todos los que están empeñados en ayudar a los demás, en ocuparse de los más débiles. A los buenos. Es decir, un grupo muy amplio de personas. Pero este libro les puede resultar de mayor utilidad si se encuentran cansados, aburridos, deprimidos de tanto trabajar por el Señor sin ver muchos frutos, de encontrarse una y otra vez con la cruz personal sin aprender del todo a lidiar con ella: la enfermedad, la muerte del ser querido, el fracaso del propio proyecto, los pecados y la culpa, la constatación de la propia mediocridad.


Los discípulos de Emaús vuelven a ser sorprendidos por la misericordia infinita del Señor y el poder transformador de su Resurrección. Y, como a ellos, Jesús nos sigue buscando a cada uno de nosotros en la crisis de la mitad de la vida, para facilitarnos una segunda conversión: de la que se sigue una nueva esperanza, la aceptación humilde de los propios dones, la alegría del amor al prójimo y la llegada de los frutos auténticos de la evangelización.

El camino de Emaús nos recuerda el cristianismo como un recorrer una vía hasta llegar a la meta, que es la unión con Dios. “La del camino es la idea sobre la que se asienta la convocatoria del papa Francisco, a toda la Iglesia, a salir de la autorreferencialidad y convertirse en una “Iglesia en salida”: una Iglesia que sale de sí para predicar el Evangelio. Un “dinamismo de salida” que atañe a todos los cristianos, convocados a recorrer el trecho que va de uno mismo a los demás, llegando a las periferias materiales y espirituales”. De hecho los primeros cristianos llamaron Camino al cristianismo inicial, a la Iglesia primitiva.

a lo largo de estas páginas el autor nos anima a perseverar en la vida de oración para escuchar la voz de Dios y responder alegramente. “La entrega a Dios se apoya casi siempre en un momento de introspección en el que pasamos a leer algún pasaje del Evangelio o de una vida de santos en sentido literal, preguntándonos: “Y yo, ¿por qué no?”. Efectivamente, los santos estuvieron antes que nosotros en la misma situación que nosotros y respondieron con generosidad a la amorosa sugerencia del Señor”.

En definitiva se trata de un libro de gran utilidad para aquellos que llevamos bastantes años como cristianos pero vemos que podríamos sacar mucho más brillo a la vocación que hemos recibido de Dios en el Bautismo. Muy recomendable.



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