Una historia diferente del mundo



En este libro Fernando Trías de Bes nos ofrece en realidad una “Historia de la economía mundial”. Se trata de un libro de divulgación más que un libro erudito, pero he de reconocer que me ha ayudado a entender muchos conceptos de economía que ayudan a entender el mundo en que vivimos.


Explica, por ejemplo, cómo la banca comercial «crea» dinero. Mucho dinero: “Un banquero que tiene depósitos por valor de 100, cuando entrega créditos por valor de 10 hace que en una sociedad «exista» dinero por valor de 110. Los 100 del depósito y los 10 del préstamo que, aunque los ha tomado del propio depósito, está en manos de dos ciudadanos al mismo tiempo. Del ciudadano que cree que los tiene en el banco y del ciudadano al que se los han prestado y, aunque ha de devolverlos, los lleva en el bolsillo y, por ende, actúan como si fueran enteramente suyos, sea invirtiendo, comerciando o gastando. Diez unidades de valor que están en el bolsillo de dos personas al mismo tiempo. Una, pensando que los tienen guardados, y la otra, sabiendo que ha de devolverlos. Pero ambos dan por sentado que esos diez euros están en sus respectivos bolsillos”.


También es interesante ver cómo explica la especulación a partir de “la necedad de confundir valor y precio”. Al principio los criterios para comprar un activo habían sido: que conservase el valor y que proporcionase un rendimiento. “De pronto, esto dejó de ser así y las personas compraban activos solo para revenderlos. Que la compra de un activo venga motivada por una reventa no necesariamente la convierte en especulación, pues cabría argumentar que eso también es comerciar o invertir. Cierto. Lo que la convierte en especulación es algo distinto, es el hecho de que la reventa que uno tiene pensado realizar está basada en la convicción de que otras personas van a querer comprarlo más adelante, no porque el bien se esté revalorizando, sino porque, a su vez, otras terceras personas experimentarán la misma motivación que las dos anteriores. Es decir, compro porque creo que otras personas me comprarán a mayor precio, motivados a su vez estos segundos compradores por idéntico mecanismo. La reventa convirtió la especulación en una actividad económica con aparente base real. En la reventa por la reventa, sin justificación de incremento de valor, no hay crecimiento de la economía real”.


También me ha parecido muy interesante la explicación del “crac” de 1929, (explosión de la primera gran burbuja de la historia) cuando se desplomaron los precios de las acciones generando la “Gran Depresión” y, en última instancia la II Guerra Mundial”.  “En octubre de 1929 no solo cayó la bolsa, también cayó la confianza en la teoría liberal. Se ancló la creencia de que nadie sabía nada, de que los economistas desconocían los porqués del funcionamiento del dinero, de los mercados, de las finanzas. De que toda la libertad otorgada a la banca, a los brókeres, a los inversores, a las grandes empresas y a los financieros había permitido una apropiación indebida de unos pocos a los depositantes y ahorradores. Al haber minimizado la interferencia del Estado en la economía, se había dado vía libre a los ladrones de guante blanco, a los estafadores y especuladores. La especulación bursátil había derivado en un derrumbe sin precedentes de los mercados financieros, en quiebras bancarias en cascada y en la pérdida de los ahorros por parte de los depositantes”.


Fue entonces cuando apareció John Maynard Keynes utilizaría siete años más tarde del crac de 1929 en su célebre ensayo “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero”. Para Trias de Bes Keynes es quizá el economista más influyente de todos los tiempos: Su aportación fue mucho más que económica. Fue política. Y, sobre todo, social. Con él, el devenir de la humanidad adquirió un rumbo nuevo. En ese debate entre liberales y comunistas, las ideas de Keynes sobre el comportamiento y la psicología humana desembocarían finalmente en las socialdemocracias, actualmente el mejor de los sistemas conocidos y sin las cuales con toda probabilidad el mundo habría vivido más fascismos de derechas e izquierdas. Gracias a Keynes, lo mejor del liberalismo (la fuerza de los incentivos) y lo mejor del socialismo (los derechos de los trabajadores) pudieron aunarse en un único sistema social. Keynes argumentó y demostró que el capitalismo no estaba condenado a desaparecer. Simplemente había que corregir sus defectos. Y su principal defecto era bien simple: la economía no se comporta como la física porque no está sujeta a las leyes de la naturaleza.


“Keynes se propuso explicar por qué el mercado no siempre se regulaba a sí mismo. La respuesta, según el economista, estaba en que los supuestos de partida de la mano invisible y el “laissez faire” no eran forzosamente ciertos”. No abominaba del capitalismo, como igualmente se ha interpretado”. El economista inglés creía en el sistema capitalista, pero consideraba que, en determinadas circunstancias, debía ser corregido. Así se introdujo un camino alternativo a la dicotomía social del momento: liberalismo o comunismo. Por eso la figura de Keynes fue tan importante para la evolución del mundo. Y es que Keynes desmontó muchos mitos. Keynes dio paso a la aparición del estado del bienestar y la participación de lo público para superar los problemas económicos y alcanzar los objetivos de pleno empleo.


En fin, un libro muy recomendable para los que no somos expertos en Economía pero nos gustaría saber las claves para entender el mundo en el que nos ha tocado vivir.

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