Jesús de Nazaret



Este es, presumiblemente, el último libro de teología publicado por Josep Ratzinger, siendo ya Papa Benedicto XVI. La obra se publicó en tres tomos espaciados temporalmente pero con una perfecta unidad temática. Se nos presenta a Jesús de Nazaret como el nuevo Moisés argumentando que “era necesario un éxodo más radical y que para ello se necesitaba un nuevo Moisés” mediador de una Alianza superior a la del Sinaí.

El autor pretende tener en cuenta los avances de la investigación histórico-crítica de la Sagrada Escritura, pero teniendo en cuenta que solo con ella “no se logra, o se logra de un modo insuficiente, una visión fiable de la figura de Jesús de Nazaret”. Se trata pues de un método necesario pero insuficiente. Así lo explica Ratzinger:

“Me gustaría mencionar, al menos a grandes rasgos, las orientaciones metodológicas resultantes de estos documentos que me han guiado en la elaboración de este libro. Hay que decir, ante todo, que el método histórico —precisamente por la naturaleza intrínseca de la teología y de la fe—es y sigue siendo una dimensión del trabajo exegético a la que no se puede renunciar. En efecto, para la fe bíblica es fundamental referirse a hechos históricos reales. Ella no cuenta leyendas como símbolos de verdades que van más allá de la historia, sino que se basa en la historia ocurrida sobre la faz de esta tierra. El ‘factum historicum’ no es para ella una clave simbólica que se puede sustituir, sino un fundamento constitutivo; ‘et incarnatus est’: con estas palabras profesamos la entrada efectiva de Dios en la historia real. Si dejamos de lado esta historia, la fe cristiana como tal queda eliminada y transformada en otra religión. Así pues, si la historia, lo fáctico, forma parte esencial de la fe cristiana en este sentido, ésta debe afrontar el método histórico. La fe misma lo exige. La Constitución conciliar sobre la divina revelación, antes mencionada, lo afirma claramente en el número 12, indicando también los elementos metodológicos concretos que se han de tener presentes en la interpretación de las Escrituras. Mucho más detallado es el documento de la Pontificia Comisión Bíblica sobre la interpretación de la Sagrada Escritura en la Iglesia, en el capítulo «Métodos y criterios para la interpretación».

Como ya he dicho se publicó en tres tomos. El primero en cuanto a la temática y último en orden de aparición trata de “La Infancia de Jesús” comprendiendo desde el “Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista” hasta el episodio de “Jesús en el Templo a los doce años”. El segundo abarca la vida pública, desde el “Bautismo de Jesús”, deteniéndose en capítulos como el “Sermón de la montaña”, “La oración del Señor” o “El mensaje de las parábolas”. Por último, el tercer libro comprende desde “La entrada en Jerusalen” hasta la “Resurrección y Ascensión a los cielos”.

Pienso que estamos ante una obra importante que invita al lector a una meditación profunda sobre el paso por la tierra del Hijo de Dios.

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