Dialéctica de la secularización
En este pequeño volumen se recogen las ponencias que el filósofo alemán Jürgen Habermas y el entonces Cardenal Prefecto de la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, pronunciaron el 19 de enero de 2004 en la «Tarde de Discusión» organizada por la Academia Católica de Baviera en Munich. El tema elegido para el diálogo fue «Las bases morales prepolíticas del Estado liberal». Ediciones Encuentro publica esta edición, con una presentación del profesor Leonardo Rodríguez Duplá.
Es interesante el planteamiento de este diálogo que ofrece un programa de actuación de mutuo enriquecimiento entre la razón ilustrada y la fe religiosa, en el horizonte del incierto comienzo de siglo XXI donde las tensiones entre las diversas civilizaciones se han hecho patentes
Habermas arranca su exposición con una inquietante pregunta: En el Estado liberal y secularizado ¿es posible justificar la estructuración del poder político desde una perspectiva puramente secular y post-metafísica, es decir, no religiosa? La respuesta de Habermas a esta cuestión es afirmativa, siempre y cuando las libertades comunicativas sean capaces de movilizar la participación de los ciudadanos en orden al debate público. En definitiva, la fuente prepolítica del Estado la constituye la argumentación racional espontánea aportada por los ciudadanos.
Habermas parece convencido de que -en una sociedad con pobre bagaje moral- no es necesario ser creyente para sacar provecho de la enseñanza bíblica. Es más, habla de una apropiación por parte del pensamiento moderno de contenidos genuinamente cristianos, como pueden ser la responsabilidad, la solidaridad, la común dignidad de todas las personas, etc.
Para Ratzinger el cristianismo de hoy ha de exponerse a la crítica racional, ha de descender a la arena de la discusión. El encuentro con la razón también con la razón incremente, es en realidad una exigencia interna del propio cristianismo. Sigue siendo necesaria la búsqueda de una “ética mundial” que no pueden dar ni el mercado (Habermas) ni la ciencia (Ratzinger). El Estado liberal secularizado necesita apoyarse en supuestos normativos prepolíticos, es decir, en supuestos que no son fruto del consenso democrático pues “también las mayorías pueden ser injustas”. Quedan en el recuerdo figuras como Francisco de Vitoria, que desarrolló -basándose en la naturaleza humana- la idea del derecho de gentes, el “derecho de los pueblos” que incluye a creyentes y no creyentes.
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