Atreverse a vivir el Amor



Georgette Blaquière (1921- 2012) fue una teóloga y ensayista católica ligada a la Renovación carismática y especialista en la “teología de la mujer”. Muchas de las ideas de este libro tienen su fuente en las enseñanzas de Juan Pablo II, tanto en sus “Catequesis sobre la Teología del cuerpo” como en su Exhortación apostólica “Familiaris consortio”, ambas publicadas entre  1980 y 1982. El Papa polaco gritaba al mundo: “¡Familia, se lo que eres!, se la comunidad de vida y amor formada por la pareja, llamada a dar amor y transmitir la vida”.


Este libro –de lectura muy recomendable para matrimonios cristianos-, tuvo gran difusión en Francia durante años, nos ayuda a responder a esta llamada y traza las grandes líneas de una espiritualidad para la vida conyugal. Parte de una realidad: la crisis de la pareja está en el centro de los problemas de la familia. La reconstrucción de la familia pasa pues por la conversión de la pareja.

En estos momentos en que proliferan los modelos o pseudo-modelos familiares, la autora se vuelve a la Palabra de Dios y a la tradición de la Iglesia para mostrar la propuesta cristiana para vivir en pareja. Nos muestra, con palabras sencillas y comprensibles, la belleza, la grandeza y la originalidad del matrimonio cristiano.

Nos lo describe en sus diferentes facetas: el "proyecto de Dios" para la pareja, el lugar del hombre y de la mujer en la misma, la gracia del sacramento del matrimonio, el papel de la unión carnal, la vida de oración y la vida evangélica en la pareja, y cómo vivir las dificultadas que se presentan en las diferentes etapas de la vida de pareja.

La autora invita a recorrer las distintas etapas del amor hacia la comunión de personas, que es la meta. “Al comienzo del matrimonio (hablo de un matrimonio por amor, y no de una asociación de dos intereses afectivos, de dos placeres o de dos independencias) hay una experiencia muy fusional del amor: deseo de hacerlo todo juntos, de compartirlo todo. Cada uno trata de responder al sueño del otro o a un “modelo de pareja cristiana ideal”. Pero como dice el Cardenal Daneels: “no se puede caminar siempre de puntillas sin tener calambres”. Las exigencias y las dificultades de la vida diaria están ahí para purificar al amor de toda ilusión. Cuando se produce lo que muchos piensan que es una crisis grave, en realidad no es otra cosa que una toma de conciencia y un mejor aterrizaje en la verdad para un mejor crecimiento en el amor de la pareja”.

Estas páginas nos invitan a una aventura humana, a una aventura mística: vivir la propuesta cristiana para la pareja. Y es que, por exigente que sea, es la única que puede salvar el amor en todas sus dimensiones, comprendido el ejercicio de la sexualidad, y reorientarlo hacia la Vida.

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