Esto es agua


La frase con la que David Foster Wallace titula este ensayo está tomado de una especie de chiste con el que comienza el relato, dice así:

Había una vez dos peces jóvenes que iban nadando y se encontraron por casualidad con un pez mayor que nadaba en dirección contraria; el pez mayor los saludó con la cabeza y les dijo: «Buenos días, chicos. ¿Cómo está el agua?». Los dos peces jóvenes siguieron nadando un trecho, por fin uno de ellos miró al otro y le dijo: «¿ Qué demonios es el agua.

Parece claro que, en ocasiones, las realidades más obvias, ubicuas e importantes son a menudo las que más cuestan de ver y las que más cuestan de explicar.

Es de sabios explicar las cosas obvias o que para algunos pueden parecer perogrulladas. Por ejemplo, la tendencia al egoísmo que todos llevamos dentro. Casi nunca pensamos en este egocentrismo tan básico y natural, debido al hecho de que es socialmente repulsivo, y sin embargo en gran medida todos lo tenemos, en el fondo. Es nuestra configuración por defecto, que nos viene ya de fábrica al nacer.

Quizá la cuestión radica en que nos resistimos a la verdad. "Estamos hablando de decidir si nos tomamos o no la molestia de alterar de alguna manera o incluso de quitarnos de encima esa configuración por defecto que nos viene de fábrica, y que consiste en ser profunda y literalmente egocéntricos, y en verlo e interpretarlo todo a través de esa lente que es el yo".

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