El sillón de pensar

La lectura resulta agradable y
muy sugerente, en busca siempre del sentido más humano de los acontecimientos
cotidianos. Haciendo suyas las palabras de Rof Carballo afirma: “he llegado
poco a poco a la idea de que todo ser humano, hombre o mujer, no puede
entenderse nunca dentro de los límites concretos que designamos como su
personalidad. A nuestro alrededor todos llevamos los flecos invisibles de una
red o urdimbre insatisfecha (…) una trama secreta que justifica su existencia,
sus acciones y sus esperanzas, una red invisible de vínculos, realizados o no,
con los demás”.
Muy brillante la crítica al
individualismo, esa “soledad que daña”. “Por influencia de la Ilustración vaga
por nuestra cultura un concepto hipertrofiado que puede resultar negativo para
la verdadera emancipación humana, para lograr una comprensión mejor de nuestra
común interioridad: el concepto de autonomía total, contrapuesto al de
heteronomía (…) el error consiste en idealizar la libertad e identificarla con
ser independiente de todo, de los demás, de la tradición cultural recibida, de
las costumbres…”
En el fondo nos habla de una
nostalgia, una dulce dependencia que da sentido a nuestro devenir, el amor, porqueque
como dice Bobin: “el cometa del amor sólo pasa rozando nuestro corazón una vez
cada eternidad. Hay que estar vigilante para verlo”.
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